domingo, 19 de septiembre de 2010

...(tu nombre) Me amas?


Este Miércoles a las 20:00 hrs. no te lo pierdas

...(tu nombre) Me amas?

Hace unos días tuve una de esas noches donde no puedes dormir, y es que Dios vino sobre mi vida de una manera muy diferente.

Quiero dejarte algunos tips de pensamiento que fluyeron en esa "conversación con Dios"

la gente quiere ser preciada

la gente quiere sentirse tomada en cuenta

la gente se quiere integrar a algo de trascendencia

la gente SI quiere comprometerse, pero con algo significativo

la gente quiere apoyo

la gente quiere sentir que le importa a alguien

Todas estas cosas las debe encontrar en la Iglesia!!!

La idea en RDI es que todo el mundo se ocupe de alguien. Alguien se ocupa de ti, pero tu debes ocuparte de alguien.

Juan 21:17 Por tercera vez Jesús le preguntó:

—Simón, hijo de Juan, ¿me amas?

—Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.

—Apacienta mis ovejas —le dijo Jesús—.

Sólo hay una forma de ser o tratar de ser recíproco con Jesús; una sola cosa nos pide: “apacienta mis ovejas”.

¡Esa es nuestra misión!

El Señor no quiere muchas palabras…no quiere declaraciones de amor, quiere hechos.

El Señor sabe de nuestras constantes fallas, de nuestra poca perseverancia, de nuestras debilidades tan bien encarnadas por Pedro, quien, como sabemos, lo negó tres veces, por eso le pregunta tres veces lo mismo.

Si te caes tres veces, tres te levantará. Así que si te caes, levántate…no te quedes allí, vuelve a tu misión, a la misión que el Señor te ha encomendado:

Pedro ¿Me amas? Apacienta mis ovejas…

…. (tu nombre) Me amas?

Jesús te dice: “Apacienta mis ovejas”.

A través de esto aprendemos,

1.- Jesús quiere que le amemos incondicionalmente.

El primero y el más grande mandamiento es amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, con toda el alma, y con todas nuestras fuerzas.

Por eso primero Jesús le preguntó a Pedro si le amaba más que a éstos.

Éstos son todo lo demás, aún nuestra propia vida.

2.- Jesús quiere que CUIDEMOS de sus ovejas.

En lugar de buscar tu propio bien, buscar el bien de otros,

No olvides que Dios cura tus heridas en el momento que tu curas las heridas de otros.