Conquistadores, el dinero en las manos correctas (Por Alejandro Martínez)
Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; pero al pecador le da el trabajo de recoger y amontonar, para dejárselo al que agrada a Dios. (Eclesiastés 2:26)
La tragedia del dinero en las manos incorrectas ha tenido demasiadas víctimas a lo largo de la historia. Cada 6 segundos muere un niño de hambre en el mundo, y parece a nadie importarle. Por otra parte, debido el ingente volumen de dinero que mueve el mercado de las drogas y el narcotráfico, tanto los consumidores como los países contraen importantes deudas; se crean bandas organizadas; se produce desestabilización económica nacional. Además, para sostener su hábito muchos usuarios recurren al crimen. Al destinar la mayor parte del dinero a comprar las drogas, apenas queda dinero para otras cosas. Los ahorros se agotan y suele aparecer el endeudamiento.
Actualmente se gastan 500.000 millones de dólares en lo que viene a llamarse el Producto Criminal Bruto, dinero generado principalmente por las organizaciones criminales. Para qué hablar del terrorismo, se mueven
500.000 millones de dólares en la Nueva Economía del Terror -dinero producido por organizaciones terroristas. El dinero en las manos de Osama Bin Laden trajo desgracia a la tierra y derramó sangre inocente.
Si el dinero estuviera en manos correctas, el evangelio ya habría llegado a toda la tierra y muchos problemas actuales no existirían.
Este pasaje habla de transferencia, porque a Dios no le conviene que el pecador maneje dinero.
Pero ese no es el problema,
Dios dijo que quiere hacer una transferencia,
El problema no es sacarlo de las manos incorrectas, sino dónde están las manos correctas.
Si mi hijo de 5 años, ayuna 40 días para que yo le de un millón de pesos, no se los daré, porque él no está preparado ni tiene la madurez para manejar ese dinero.
Pero observa que el texto dice, …para dejárselo “al que agrada a Dios”.
Dios está buscando gente que le agrade.
Amigo, hoy te invito a que con diligencia busques agradar a Dios.
Su voluntad es buena, agradable y perfecta, y quién sabe si un día cualquiera tus manos se convierten en las correctas para recibir la transferencia que viene de Dios.
Que así sea!!!
Comprometido contigo en ayudarte a desencadenar la grandeza que Dios puso en ti.
